Volví al ruedo. Después de un hermoso viaje por la Patagonia santacruceña la realidad me trajo de nuevo de un tirón a la arena política de Buenos Aires. El encargo, la cobertura de un día de trabajo de los móviles de la Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad de Buenos Aires que se publicaría en la edición del sábado del Diario Perfil. A simple vista una nota sin desafíos, dos camionetas que las paraban durante todo el día en una avenida -a cuadras de mi casa- y que recibían a los vecinos que quisieran hacer denuncias por obras que no se encuentren en regla.
Puse un flash SB-800 en remoto dentro de la camioneta, el 28-70mm en su menor distancia focal y esperé a que llegaran los denunciantes, a los pocos minutos tenía la escena frente a mi lente. Hasta ahí facilísimo, en una hora tenía la nota resuelta. Pero buscando algo más no me costó nada empezar a dudar de mi trabajo. Las camionetas eran demasiado nuevas y todo olía a esa mezcla entre el trabajo y el proselitismo político. Me empecé a sentir parte de ese eslabón que termina siendo manipulado y en el que la información roza demasiado la propaganda.
Camino a casa intentando dilucidar todo esto, llego a editar el material y mientras se envían las fotos por FTP me encuentro con esta publicación de chequeado.com en la que Mauricio Macri se comprometía a hacer lo que luego deshizo. Las dudas se volvieron angustia y así me encuentro mientras escribo. Este fue mi lugar de catarsis, esa bronca de a poco fue dando lugar a la organización de la cobertura que tenemos mañana muy temprano por delante para SoyFinisher!