Y finalmente tuve un tiempo y lo dediqué a preparar este post que intenta sintetizar dos intensas semanas que compartí junto a algunos chicos de El Soberbio, en Misiones, el mes pasado.
La cuestión es más o menos así: con algunos amigos formamos una asociación civil sin fines de lucro -se llama Galope- para darle un marco legal a algunos proyectos de voluntariado que estamos desarrollando. El más consolidado -y que se encuentra en su tercer año consecutivo de desarrollo- es Cinekinesis, podes informarte más haciendo click acá.
A raíz del trabajo de Gabriela Robles y Mariano Solla a través del cinemovil surgió CIC (Creaciones Itinerantes Colectivas) que se propone desarrollar junto a adolescentes de toda la Argentina 5 trabajos audiovisuales con temáticas propuestas por los chicos.
La primera de estas 5 experiencias se dio en El Soberbio y pude colaborar como tallerista en lo poco que se del tema, fotografía. Algunas clases con nociones básicas, los chicos hicieron fotos con cámara réflex y película blanco y negro, revelamos y copiamos el material en un cuarto oscuro que montamos en el baño del Bachillerato Laboral Polivalente Nº38.
La experiencia fue sencillamente impresionante. Compartí dos semanas con adolescentes muy distintos a los que componen mi entorno diario y eso me ayudó a comprender muchas de las verdaderas problemáticas que atañen a quienes viven alejados de los grandes centros urbanos.
Grabamos un corto documental-ficción sobre los problemas que el Hombre está causando al medioambiente y lo fácil que sería aplicar pequeños cambios partiendo desde cada uno de nosotros. La película se estrenó el sábado pasado y fue un éxito en El Soberbio. Más abajo podrás ver fotos del trabajo que hicieron los chicos, muchas de las fotos color fueron tomadas por ellos y todos los retratos blanco y negro se los tomaron entre ellos.
Como experiencia personal me sirvió para aprender muchísimo. Conocía gente increíble a cada paso que daba: desde los chicos de la boletería de Oberá de Expreso Singer -que me dieron una mano enorme con mis pasajes, la enorme cantidad de equipos que trasladaba y hasta me invitaron los mates que fueron mi almuerzo durante el largo viaje de ida- hasta los padres de uno de los alumnos que con su fe me ayudaron a no prejuzgar sobre los valores que mantienen vivo a cada quien. Un verdadero viaje para la mente y para el espíritu.
Y como aclaré al comienzo, serán 4 talleres más los que daré por distinto lugares de la Argentina. Por lo tanto necesito de la ayuda de todos aquellos que quieran colaborar con equipos de fotografía analógica que ya no usen, materiales de laboratorio o película, las cámaras digitales que hayan quedado obsoletas, todo lo que crean que pueda ayudar a despertar la pasión por la fotografía a jóvenes a los que la sociedad les ofrece pocas alternativas será bienvenido. Si creés que podés ayudar de alguna forma (material o humana) no dudes en ponerte en contacto conmigo a info@fdidio.com.
PD: En alguna foto me verán leyendo una revista en la peluquería, metí un bolo!