Me di el gusto y pude conocer la Fundación Lory Barra por dentro. Tenía una vaga idea de lo que hacían, sabía que Lory había sido un coleccionista y corredor de autos clásicos y que al morir su familia había decidido hacer esta obra de caridad e inclusión social pero no estaba al tanto de lo bien que funcionan y del excelente trabajo que allí se hace. Mi idea era acercar el Siam Di Tella que compré a principios de año para que los chicos lo pudieran restaurar, y con esa intención partí al Bajo San Isidro para conocer el trabajo de los chicos.
Gracias a las redes sociales y a su taller abierto pude ser parte de una clase. Allí aprendí cómo funciona la carrera -de 2 años de duración y absolutamente gratuita- que se brinda en distintos turnos para que todos puedan acceder a sus clases. La fundación recibe algunas donaciones de empresas y particulares, así como autos de manos de coleccionistas amigos que los ponen a disposición de los chicos para que puedan trabajar sobre ellos.
En esta oportunidad, pude escuchar regular al Alfa colorado que aparece en las últimas fotos. Una tarde espectacular en un ambiente excelente de trabajo. Si te interesa ser parte, ya sea como alumno o colaborando con la Fundación Lory Barra los encontras en su web y en el Facebook.