La vorágine del día a día me lleva a recién ahora poder husmear un poco sobre fotos que hice algunos meses atrás.
Pasa que la inmediatez del digital nos lleva a pasar horas y horas frente a una computadora, para los clientes, y cuando llega la hora de poner el foco en las fotos que hicimos para nosotros no hay tiempo, energía o ya pican los ojos de tanta edición. O a veces, lo mejor, otro viaje que deja postergado al anterior.
Un poco de todo eso, cuestión que me pongo a mirar un poco el viaje de septiembre por Canadá y me encuentro con esta señal. Acá la dejo.