Vuelvo sobre el viaje al Pantanal. Cada vez que tengo un rato abro la carpeta con las fotos de esa travesía e intento poner la cabeza en editar dos o tres imágenes. Pero no puedo, no paro de sorprenderme, de encontrar algunas que me había olvidado, de descubrir detalles que no había percibido, de recordar momentos, silencios y toda esa naturaleza que te entra por todos lados. Recomiendo fervorosamente una visita al Pantanal, hacer la Transpantaneira, con sus tiempos, disfrutar de los amaneceres y los atardeceres en los puentes, embarcarse a buscar al jaguareté, rastrear al oso hormiguero o al pecarí cuando cae el sol, volverse loco con los miles de yacarés y aves por doquier, la hospitalidad de los pobladores del pantanal y de Poconé, que se yo, en cuanto puedas anda, no te vas a arrepentir. Yo prometo volver. Esta casita esta frente a la estación de servicio Watt de Poconé, me llamó la atención lo simple y chiquita y acá queda.