Arrancó un 2019 dificilísimo, poco trabajo, poca onda y bajas perspectivas de cambio. Como para irse «a los botes».
Pero con pilas y actitud la cosa va saliendo adelante. Y como todo depende de mí, sé que será genial. En unos días arranca un gran viaje por la patagonia argentina y ahí espero dejar todo haciendo mis mejores fotos y despejando la cabeza en la ruta. La solitud y los caminos fueron siempre mis grandes aliados, es hora de que vuelva a rodar y ver qué pasa. Estoy preparando toda la artillería, el Di Tella ya está a punto, estas semanas estuve chequeando el material que generé con la Mamiya y la F2 en los últimos años y creo que estoy para romperla toda!