Atardecer y despedida de la Península Valdés.
Recorrida por playa Larralde (el Siam lo dio todo por no quedarse encajado en una calle muy arenosa!), noche ventosa en playa Villarino que incluyó algunas tomas de la vía láctea (ya editaré esas fotos, manejemos la ansiedad!) y a meter kilómetros para hacer fotos en la caleta Valdés (aún sin orcas es una belleza), manejar sobre serruchos para encontrar Punta Delgada cerrada, pero disfrutar del camino, los paisajes y la inmensidad como nunca.
Así es la patagonia, su mística te llena los sentidos y el alma.