Se tenía que dar, y lo hicimos posible. Por la pandemia, en abril de 2020 dejamos de operar con SoyFi!, en verdad el confinamiento llegó justo cuando empezaba la temporada de carreras de calle en AMBA, la Carrera UNICEF 2020 fue la primera suspendida, de ahí en más fue la misma incertidumbre que vivimos todos, que 15 días de aislamiento, que 15 más y cuando nos quisimos acordar estábamos en mayo y quemando los últimos cartuchos en sostener la estructura de servidores y servicios y por otro lado la fiscal -que a ningún craneo se le ocurrió dejar de cobrar impuestos a las actividades que el mismo estado consideraba ilegales-. Pagamos todo lo que había que pagar, cerramos todo lo que se podía cerrar, apagamos los servicios digitales y a subsistir física y emocionalmente como se pudiera. Ya en el verano de este 2022 empezaron a sucederse las competencias más chicas, en pueblos de las provincias, todos escenarios difíciles de cubrir para nosotros que teníamos una estructura fiscal y técnica bastante costosas. Pero en marzo nos pusimos en marcha, adaptamos un poco todo y empezamos a codear un nuevo SoyFi! Clave la ayuda y la confianza de amigos como Edu Fortes o Eze Mottillo, sin ellos no hubiera ni arrancado. Y el 25 de Mayo estuvimos listos, con un MVP recién desarrollado nos fuimos a la Carrera Maya, UN DILUVIO nos esperaba, pero más pilas que nunca para ir a hacer miles de fotos. Otra vez la compañía de amigos que todo lo hacen más fácil, esta vez con la grossa de Sol Figueroa, fotógrafa que fuera de las primeras en unirse cuando lanzamos SoyFi! y con quien hoy comparto varias aventuras, viajes y proyectos en común. Trabajamos un feriado, madrugamos, nos mojamos un poco, tuvimos otro tanto de frío pero la alegría de poder hacer lo que más nos gusta era mayor y con lluvia, frío y sueño a mi de a poco se me fue dibujando una sonrisa. Desde lo técnico, UN CHINO! Trabajé con una Nikon D800E con el grip para poder hacer fotos verticales más cómodo, un Sigma 50-500 que pesa muchísimo y al que se me barrió la rosca para el monopie, la funda ThinkTank que es un caño y te cuida los equipos mejor que tu mamá. Pesadísimo todo eso sin poder ponerle el monopíe. Pero ya fue todo, volvimos con SoyFi! y eso…
Read MorePasional Agrupación Boletos Tipo Edmonson
Y como no podía ser de otra forma, arrancó Pasional en Coghlan. Venía dando vueltas con el proyecto desde el comienzo de la cuarentena, aproveché el confinamiento para aprender a grabar y editar video y terminé de darle forma a Pasional. Una entrevista en video y un retrato blanco y negro con la SpeedGraphic. Así de sencillo y así de complejo. La idea es entrevistar a gente apasionada por lo que hace. Armé un excel y sin pensar demasiado ya tenía agendados unos 120. Empecé a comentar el proyecto a amigos y se fueron sumando algunos personajes más. Surgió la idea de transformarlo en un libro, apliqué a Mecenazgo de la Ciudad de Buenos Aires, le sumé una posible muestra itinerante y sin haber podido salir de casa Pasional ya tenía todo lo necesario para arrancar, nunca había preproducido algo tanto. Pablo Santiago me dio una mano enorme con el diseño de la marca, Los Menendez, Java, Eze y Pipa se pasaron con la cantidad de equipos que me prestaron y así empecé a practicar en casa. Fotografiaba lo que podía en el aislamiento para perfeccionarme en el manejo de la cámara, volví a transformar un baño en un cuarto oscuro y metí miles de tutoriales y cursos de Premiere. Cuando la pandemia empezó a dar tregua me sumé a Embajada, un club de creadores en el que creo que soy el más viejo y del que me nutro un montón gracias a la cultura de compartir el conocimiento y las experiencias que tienen las nuevas generaciones, algo poco visto entre los fotógrafos de mi edad que por fin va cambiando. Y así llegué a poder poner el primer capítulo/episodio (no sé cómo llamarlo) de la serie. Y fue con Patricio Larrambebere, a quien me une un vínculo de amistad y cordialidad gracias a la estación de Coghlan y el amor que ambos tenemos por la cultura ferroviaria. Lo entrevisté en su taller, me compartió muchas de sus anécdotas y también me regaló varias de las publicaciones que editó a lo largo de su carrera. Fue una entrevista larguísima que logré a duras penas condensar en algo más de 20 minutos y que se puede ver en el canal de YouTube de Pasional.
Read MoreProbando la Crown Graphic
Y como recibí el aviso de renovación de dominio de GoDaddy, recordé que tenía esta .com y que acá me sale más fácil escribir que en Instagram. Y por eso me decidí a compartir un poco del proceso que estoy haciendo con la CrownGraphic que traje del último viaje a Canadá en 2019. Compré la cámara como parte de esta búsqueda dentro de la fotografía analógica que me embargó hace unos años, cansado de las cámaras digitales y del manejo de miles de archivos cada semana en SoyFinisher! Tanto trabajo en la computadora, me llevó a encasillar a las reflex digitales como «equipo de trabajo». De a poco fui volviendo a lo analógico, que fue como empecé a hacer fotos cuando tenía 14 años y compré una Zenit rusa que aún conservo. Hace unos años hice algunas pruebas con cámaras pocket de los 90´s y una tarde en la que andaba inspirado, cambié un lente que ya no usaba por una Mamiya RB67 que uso mucho en los viajes que hago en el Siam, pero que me cuesta sacar a la calle por lo grandota y pesada. Igualmente, fue el volver a los rollitos, al revelado y a toda esa mística, un renacer como fotógrafo. Al tiempo me hice de una Nikon F2 gracias al hijo de una azafata que traía cámaras usadas desde Estados Unidos y las vendía por Facebook. Semejante clásico no hizo más que enamorarme nuevamente a fondo de lo analógico, en cada viaje me llenaba de rollos blanco y negro que revelaba en casa, un día me animé a revelar color y entonces llené la puerta de la heladera de rollitos 35mm, 120 y hasta de alguna que otra cajita de Polaroid, porque me regalaron algunas de las míticas 600. Y cuando ya no quedaba nada más para explorar -dentro de mi presupuesto-, empecé a mirar con cariño el gran formato. Y así fue que en julio 2019 fui a ver la Crown Graphic a Phototek en Montreal. No me terminaba de convencer por el hecho de que en Argentina es imposible conseguir película 4×5. Pero cuando en septiembre volví a viajar, el primer día libre fui a buscarla, un poquito manija, lo sé. La traje con una caja de Ektar de 10 y con un Ilford Delta de 100 hojas negativo blanco y negro. Se la llevé a Don Alberto porque sabía que semejante reliquia…
Read MoreWynwood
No podía dejarlo pasar. Medio vintage, medio de película. Recorrimos Wynwood durante varios días, caminando con alguna cámara analógica, con el celular y con alguna Nikon de la serie D. Era una foto a cada paso, fue en enero de 2017, y realmente me pareció increíble todo el desarrollo de la zona. Artistas de todo el mundo sumando murales tremendo en las paredes de los galpones y depósitos, galerías, locales gastronómicos y comerciales. Realmente recomendable para recorrer en Miami. Este, y otro sobre la otra calle, pertenecen a Claudia La Bianca que tiene varias intervenciones en la zona y en Miami en general. El local era una casa de antigüedades, Give Good Work que vendía y remataba al público en general y entregaba sin cargo a los miembros de la comunidad que necesitaran. Fue cerrado en agosto de 2019 por la gran demanda que esta zona tiene hoy por hoy. La foto la hice con una NikonD800E y el hermoso 24-70 de Nikon. Creo que últimamente es todo el equipo digital que armo en recorridas turísticas urbanas, sumado a eso cuanta cámara analógica pueda cargar 🙂
Read MorePolaroids
Y en otra tarde más de cuarentena, ahora que el tiempo es lo que sobra y la ansiedad la variable a manejar con más prudencia, me dediqué a bajar algunas de las polaroids que decoran el living de casa, escanearlas y armar este pequeño posteo. Estas cuatro son de unos paquetes de Polaroid Originals que compré en alguno de los viajes a Canadá y que en el invierno de 2019 tomé por Florida y Saavedra. La cámara, una Polaroid One Step, me la regaló el suegro de mi hermana en 2017, la sacamos de un depósito en el que guardaban varias cajas de mudanzas. Estaba en su embalaje original, sin abrir. Tenía un cartucho de fotos que lamentablemente estaba vencido y secos sus químicos, pero tiré unas cuantas fotos gracias a Impossible Project, un grupo de gente que cuando cerró la última fábrica de Polaroid en 2008, se organizó, recuperó las máquinas y tras varios años de investigación y desarrollo, largó al mercado nuevamente los cartuchos con película instantánea que fuera furor en los 60s y 70s. Así 200 millones de cámaras revivieron, entre ellas mi 600! El Impossible Project permitió que se reflotara Polaroid Originals, que volvió a producir los típicos marcos blancos y después sacar series limitadas como esta, con marcos de colores, otras con animal print, camuflaje, colores random, dorados, plateados, de Disney y la lista no para porque el furor tampoco. Ahora Originals es directamente Polaroid y todo volvió al origen. Y yo, haciéndome el Andy Warhol de Coghlan y alrededores, así me tiene la cuarentena.
Read MorePlaya Larralde
Hace 10 años conocía playa Larralde, en Península Valdés. Fue en una recorrida que hice para la revista Aventura. La idea era mostrar qué se podía hacer en la región en tres días, como para el viajero que arma planes para los fines de semana largos. De los cuatro días que tenía asignados, llovieron dos y entonces el asunto se puso un poco complicado. Tuve la gracia de haber sido acompañado por buena gente y conocedora de verdad y sacamos adelante una buena nota. Conté además con la ayuda y la gratitud de Alejandro Avampini, un gran fotógrafo de naturaleza y dueño del Eco Hostal El Nómade de Puerto Pirámides. En aquel entonces trabajé con dos cámaras digitales, una batalladísima D100 y la por entonces novedad y hasta hoy mí preferida, una D700, y más allá de los equipos, la mirada y los tiempos eran de editorial. La playa Larralde, en el Golfo San José, a 24 kilómetros de Puerto Pirámides y si bien está dentro de un campo privado, el acceso es libre desde la ruta 2. En verano se congregan muchísimos motorhomes y a la vez alberga a un puñado de pescadores artesanales durante todo el año. Hoy estoy armando un proyecto para volver en busca de historias de la zona, pero con otros tiempos y con otras tecnologías. Obviamente, más viejas, porque a mi me gusa innovar pero para atrás. Cuanto más lento, mejor. Solo resta que el COVID 19 lo permita, el viaje está en marcha…
Read MoreCabo Blanco
El Cementerio de Cabo Blanco alberga unas pocas cruces y una figura de una virgen. Está a un costado de las grandes rocas que anteceden al faro y hasta ahora no pude saber quienes son sus protagonistas. Era una de las misiones que tenía post viaje a la Manchuria pero que al llegar a Buenos Aires se vio demorado por el confinamiento obligatorio para prevenir el contagio de Coronavirus. La zona la visitamos en marzo con un grupo de amigos con quienes nos aventuramos a explorar la meseta central del norte de Santa Cruz – La Manchuria- ya que aprovechamos para ampliar un poco la zona para poder disfrutar de algunos atractivos como el Faro de Cabo Blanco y visitar algunas estancias aledañas. El cabo Blanco debe su nombre a las colonias de cormoranes de la zona. Su guano tiñe de blanco las rocas y por eso los navegantes españoles del siglo XVI lo bautizaron así. El Faro fue operado por la Armada Argentina desde 1917 y servía de guía para evitar una zona rocosa en el extremo del Golfo San Jorge. Tiene unos 30 metros de alto y es imponente. Pasamos todo un día en la zona y es imposible no imaginar millones de historias. De hecho hasta Julio Verne hace mención del Faro en su libro «Veinte mil leguas de viaje submarino». En el predio también se conserva la antigua estafeta de correos, un galpón y una curiosa cancha de rugby del «Tuithen-Gham» Pesca y Rugby Club, fundado por un grupo de alumnos de la Universidad Católica Argentina que se encargó del mantenimiento y puesta en valor de los edificios históricos. Un programón para visitar, con rutas de acceso simple y a pocos kilómetros de Puerto Deseado. Conviene recorrer la zona caminando, hacerse una foto en «El Sifón», contemplar los pingüinos y lobos que descansan en la zona y pasear por sus largas playas de piedras. La foto la hice con una Mamiya RB67 y un rollo 120 de Ilford FP4 Plus. Revelado y escaneado en casa en las largas noches de encierro que me están sirviendo para agarrarle la mano al Epson V600.
Read MoreCuarentena día no se ni cuanto
Se va poniendo intensa la cuarentena y se intensifican las ganas de salir. Por un lado me vino bien para ordenar el archivo de fotos, hice backup y catálogo de las fotos tomadas con el teléfono, ordené computadoras y discos externos, revelé rollos 35mm y 120 que tenía pendientes, organicé las carpetas de negativos y hasta tuve tiempo para escanear casi todo mi archivo. Y la cuarentena SIGUE! Ahora, aprovechando todo este orden interno, estoy viajando a través de mis fotos. Esta es de 2017, un viaje a visitar a la familia más una recorrida por los Cayos de la Florida. La bici sintetiza mis ganas de salir, aunque más no sea esas vueltas que me solía dar hasta el Tigre en la Cannondale. Ya se podrá y se disfrutará a pleno, por ahora a seguir viajando virtualmente, y compartiendo los viajes por acá.
Read MoreCeda el Paso
Llegó el momento de volver. El viaje termina, esta primera exploración de la Manchuria llega a su fin y al entrar en contacto con el mundo real, con la información, nos ponemos al día con el tema Coronavirus. El movimiento, la ruta y el contacto con la naturaleza van a tener que ceder sus tiempos al confinamiento urbano. Las noticias dicen que hay que volver a tu lugar de residencia y eso haremos. Nos volvemos a casa. A cuidarnos. Tengo miles de fotos para editar, unos cuantos rollos para revelar y escanear y mil nuevas historias para contar. La naturaleza cederá el paso a la tecnología, la naturaleza cederá el paso a la computadora y todo se hará desde casa. Es hora de cuidarse!
Read MoreBajo Caracoles
Los surtidores de Bajo Caracoles. Un clásico en el sur del sur. Parada obligada en la recorrida de la mítica ruta 40. Hasta hace un tiempo, para hacer combustible, hoy principalmente para conectarse al wi-fi y enterarse de lo que pasa en el mundo civilizado. Pasamos al salir de La Manchuria y camino al Unco, unas bebidas, algunas galletitas, las noticas de la TV, un poco de redes y a la ruta nuevamente. Sobran las anécdotas y la reputación de sus administradores no es de lo mejorcito en la zona, pues entonces, mejor seguir en el camino. Más si el capón y los vinos te esperan a unos kilómetros de ahí. La foto a los surtidores, la hago cada vez que paso, porque cada cosa en su lugar.
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